Herbario

2020

Después de leer “El libro tibetano de la vida y de la muerte” de Sogyal Rinpoche, atravesada por temas como la transitoriedad, lo cambiante e impermanente de todo lo que nos rodea, decidí salir a hacer fotos al jardín de mi casa.

Desde el año 2020, levanto del suelo hojas desprendidas de las plantas, flores secas, hojas caídas de los árboles, muertas, en un estado de descomposición, algunas comidas por hormigas, otras por la misma humedad del suelo, otras que por la acción de la lluvia comienzan a tornarse amarillas. A estas hojas las retrato ubicándolas en el centro de un fondo de color neutro, las ilumino con luz natural, las aíslo del resto de la naturaleza, a la manera en que lo haría un científico para un catálogo botánico.

Es una serie de fotos de lo rechazado del jardín humano. Busco visibilizar otras dimensiones de la existencia, intento ver a través de los ojos de la naturaleza, rescato los elementos que cualquier catálogo botánico rechazaría. Me interesa mostrar que estas hojas pueden verse como bellas, aunque estén en un estado de transición y muerte. Algo que según la humanidad es trágico y horrible. Me convoca la idea de exaltar la belleza de estas formas siempre efímeras de los cuerpos, estas formas que un jardinero rechazaría, eliminaría, recortaría, y que insisten en aparecer. Estas formas que son simplemente parte de un ciclo.